La infancia es, probablemente, la mejor época de la vida para sembrar la esencia de la educación emocional y para trabajar este aspecto de nuestro ser. Esto ayudará a conseguir que los niños se conviertan en adultos saludables para sí mismos y para el entorno en el que viven. De ahí la necesidad de darles herramientas, porque en realidad sólo necesitan eso, todo lo demás, para ellos, es muy natural.
El curso pasado realizamos un trabajo en este sentido con el libro "El emocionario" y una serie de actividades encaminadas a que los niños conocieran sus emociones y pudieran empezar a gestionarlas. Para dar continuidad a este trabajo este curso escolar queremos trabajar "LA FELICIDAD". Puede que sea un proyecto muy ambicioso, pero lo que es seguro es que vamos a intentar ser cada día un poco más felices.
Un miércoles una visita inesperada llego a nuestro colegio: una bruja que no era nada feliz. Los animales del bosque le habían dado una receta para dejar de ser infeliz y ese día realizó la poción con todos nosotros. Cómo a la bruja le funciono y en su cara se dibujo una gran sonrisa, decidimos que nosotros también queríamos tener una formula que nos hiciera ser más felices.
Cada uno decidimos cuales eran los ingredientes que necesitábamos para conseguirlo y fabricamos nuestro ATRAPA FELICIDAD.
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