Jesús, el padre de Gael, nos trajo a la clase una incubadora con huevos de sus gallinas. Durante unos días los huevos necesitan calor y que varias veces al día se les de una vuelta para que a los pollitos no se les pegue la membrana y puedan seguir creciendo.
A los 21 días los pollitos empiezan a picar la cascara del huevo y durante 6 horas, más o menos, consiguen salir del huevo.
Los niños de infantil los hemos estado cuidando todos estos días, les hemos preparado su casita y ahora estamos todo el día mirándolos... ¡Son tan bonitos!
Lo que más llamo nuestra atención, fueron las horas en las que los pollitos intentaban nacer, observar como iban rompiendo la cáscara, ver como sacan primero las patas y con ellas se ayudaban a quitarse el resto de la cáscara. Al principio nacen un poco feos, porque tienen las plumas mojadas y son un poco torpes, pero en unas pocas horas ya se parecen a los pollitos que todos habíamos visto alguna vez.
Ahora nos toca cuidarlos y ver como van creciendo día a día.
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